El juicio en la Corte del Distrito Sur de Florida, en Miami, Estados Unidos, contra el excontralor de Ecuador, Carlos Pólit, pone sobre la mesa nuevos elementos relacionados con el caso Odebrecht. Los testimonios presentados en los primeros días aportan elementos que tendrán incidencias en la política y justicia ecuatoriana.
Desde el pasado 9 de abril de 2024, se han escuchado, por boca de exdirectivos de la empresa constructora, señalada por corrupción, cómo se ejecutaron los sobornos, a cambio del desvanecimiento de glosas y a manera de chantaje para que no se presenten nuevos informes desfavorables.
Es la primera vez que llega un exfuncionario ecuatoriano de alto nivel, acusado por corrupción, a una corte norteamericana.
¿Por qué es importante el juicio contra Carlos Pólit?
Carlos Pólit aparece en la historia política de Ecuador durante el gobierno de Lucio Gutiérrez, ocupando varios cargos públicos.
En 2007, fue incluido en la terna presentada por el Congreso Nacional ante el expresidente Rafael Correa, quien lo escogió para ser Contralor General del Estado, es decir, auditar el buen uso de los recursos públicos.
En 2012, cuando ya existía el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, Pólit fue reelecto para el cargo, por haber alcanzado la máxima puntuación del concurso de méritos y oposición. Lo mismo ocurrió en 2017.
Es así que Pólit desempeñó el cargo por casi 10 años. Su última designación le daba las credenciales para que sea Contralor hasta 2022, sin embargo, en medio de las investigaciones que llevaba Fiscalía General del Estado por el caso Odebrecht, Pólit escapó a Estados Unidos, argumentando razones médicas, y desde allá renunció.
El estallido de ese caso ocurrió meses antes, en 2016, cuando la Justicia de Estados Unidos reveló información de la entrega de sobornos, por parte de la empresa constructora brasileña, a funcionarios de 12 países, entre ellos Ecuador. El caso fue de tal importancia que terminó salpicando, además de Pólit, a quien era vicepresidente de la República en ese entonces, Jorge Glas.
De acuerdo con lo revelado por la justicia ecuatoriana, los funcionarios recibían dinero de la empresa para favorecerle en la adjudicación de contratos o en la eliminación de glosas.
Por ese caso, el excontralor ya fue sentenciado en Ecuador a seis años de prisión; sin embargo, al encontrarse prófugo de la justicia, no ha cumplido con lo dictado por el juez.
Para Glas, la sentencia fue similar. Él estuvo preso por más de cinco años y luego salió libre en medio de decisiones judiciales que han sido cuestionadas. Actualmente, se encuentra en prisión, tras la irrupción de la Policía de Ecuador en la Embajada de México para tomarlo preso.
Ahora, Carlos Pólit tiene que enfrentar a la justicia de Estados Unidos. Son en total seis cargos agrupados en tres delitos: lavado de dinero, conspiración para el lavado de dinero, y participación en transacciones de bienes derivados de actividades delictivas.
Los fiscales estadounidenses deben probar que Pólit participó en los esquemas de Odebrecht, Seguros Sucre y la empresa española Albacora.
César Montufar, quien fue acusador particular de Glas en el caso Odebrecht, dice que la trascendencia del juicio está en que vuelve a ratificarse que hubo una estructura presta a delinquir, con consentimiento de las más altas autoridades.
Para el político y docente universitario, es simbólico que se discuta el tema en una Corte de EE.UU., porque hay la percepción de que la justicia actúa de manera independiente. Además, a su criterio, queda insostenible la tesis que ha mantenido el correísmo, organización política que defiende a Glas, de que en ese caso hubo una politización de la justicia.
Otra queja recurrente de la Revolución Ciudadana a la sentencia contra Glas, es que en Brasil, de donde es originaria la empresa, se anularon las pruebas obtenidas por acuerdos de colaboración, es decir, que lo dicho por José Conceiçao Santos, exejecutivo de Odebrecht en Ecuador, no tendría valor.
No obstante, la misma Corte de Florida cita los acuerdos de colaboración y es uno de los testigos de la Fiscalía.
La información que han dicho los testigos también es trascendental para las instituciones ecuatorianas, quienes tendrán que prestar atención si es necesaria la investigación en profundidad, según expone Montúfar.
“Estamos hablando de un esquema de corrupción organizado desde el Estado. Eso tiene una trascendencia enorme, no estamos hablando de un funcionario que está siendo procesado en Estados Unidos porque recibió USD 10 millones para desvanecer las glosas. Todo esto era un sistema desde la cúpula del Estado, que además alimentaba y financiaba su proyecto político, por eso es que el financiamiento electoral es tan importante”, dice Montúfar.
Ecuavisa.com buscó al abogado Eduardo Franco Loor, quien defendió a Glas en el caso Odebrecht, para tener su perspectiva sobre lo que implica el juicio contra Pólit frente a lo que él defendió en su momento. En un principio accedió a la entrevista e incluso se acordó una hora, pero al momento de ejecutarse no se presentó y dijo que prefería no hablar del tema.
Nuevos elementos revelados
Hasta el momento se ha recibido a tres testigos: José Conceiçao Santos; Gerardo de Souza, exejecutivo de Odebrecht en Ecuador; y Olivio Rodríguez, encargado del Departamento de Operaciones Estructurales de Odebrecht.
De acuerdo con el portal Plan V, que cubre el juicio desde Miami, Santos reveló que pagó USD 55 millones en sobornos. Para Montúfar este dato es revelador porque antes se hablaba de USD 33,5 millones.
Lo dicho por los testigos y lo que presenten los fiscales norteamericanos también dan pistas de la ruta del dinero robado, por Pólit. Entre sus acciones para evitar el rastreo, está el supuesto uso de empresas offshore y evitar las transacciones bancarias.
Otro dato interesante es que la estrategia de la defensa de Pólit consiste en apuntar a otros posibles involucrados, como el mismo Glas. Eso da cierta esperanza de que el excontralor pueda revelar información sobre la participación del exvicepresidente.
Todavía quedan unas tres semanas más, donde se irá desmenuzando la corrupción en las instituciones del Estado, donde Pólit se juega hasta 100 años de prisión.