Los meses más fuertes del estiaje todavía no empiezan y Ecuador ya sufre el fantasma de los apagones que, por ahora, son programados y en jornada nocturna. Pero la situación será más crítica durante octubre si las lluvias no se hacen presentes y si Colombia sigue reduciendo su exportación de energía. Y aunque el Gobierno hizo las gestiones para compensar el déficit energético a corto plazo, como compras de nuevas barcazas y motores en tierra, estos recién pueden funcionar desde noviembre y diciembre, en el mejor de los casos.
En Ecuador, un 70 % de la electricidad la entregan las centrales hidroeléctricas, según Diego Gordón, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Británica (Britcham UIO). Sin embargo, las hidroeléctricas dependen de los caudales de los ríos, los cuales a su vez se nutren de las lluvias.