El pasado 7 de diciembre, el Monseñor Luis Cabrera, actual arzobispo de Guayaquil, se convirtió en el sexto cardenal de la Iglesia Católica en la historia de Ecuador.
En entrevista en Contacto Directo, describió su nuevo rol como una oportunidad para difundir la propuesta de Jesús.
“Esa propuesta que toca todas las relaciones del ser humano, comenzando por la relación personal, el ser hijos de Dios y no esclavos (…) descubrir que somos hermano, somos amigos, que no somos lo contrario”, manifestó.
Destacó que el camino del diálogo es indispensable para promover acciones sociales, teniendo en cuenta el ambiente de inseguridad que existe en Ecuador.
“Siempre recuerdo las palabras de las abuelas que decían: ‘no te olvides que tienes dos oídos para escuchar y una boca para hablar‘ creo que escuchar más y hablar menos nos daría mucho”, expresó.
Con respecto a la persecución de religiosos que existe en Nicaragua y Venezuela, Cabrera explicó que es necesario evangelizar el poder, para que sea un un medio para ayudar a crecer y no un instrumento de dominio.
“Yo creo que ese es el problema. Cuando una persona, sea de izquierda, derecha o centro, adquiere un poder por el pueblo y se apropian. Creen que se transforman en un dios, en un semidiós, y piensan que pueden decidir sobre la vida, la conciencia, la libertad de los demás”, comentó, señalando que estos líderes políticos se vuelven sordos.
Para evangelizar el poder, Cabrera señaló que los legisladores, antes de hacer sus proyectos de ley, deben escuchar al pueblo y recalcó que la Iglesia puede promover estos espacios para ser un nexo con las personas más pobres. Así se puede combatir los problemas de corrupción, señaló.
“La propuesta de Jesús es pasar de ser víctima a ser protagonista de la vida”, expresó el nuevo cardenal ecuatoriano, al referirse sobre las personas que buscan soluciones mágicas a sus problemas.
“Buscamos culpables del por qué estamos así. El culpable es la familia, el culpable es la sociedad, el culpable de la Iglesia, inclusive, el culpable es Dios. Entonces, en esa mentalidad de culpabilidad nos resulta difícil asumir nuestra responsabilidad“, manifestó. Apuntó que ese entorno suelen aparecen los “mesías” que prometen solucionar los problemas.
“La invitación es a creer en nosotros mismos, de recuperar la confianza que tenemos y por eso digo: Pobres, tienen que unirse y buscar soluciones por sí mismas. Que vengan los políticos, pero que escuchen primero y luego juntos podemos salir adelante“, comentó Cabrera.