La ruptura diplomática entre Ecuador y México ha dado la vuelta al mundo. Las imágenes recientes de la irrupción en la Embajada, que salieron a la luz hoy, 9 de abril de 2024, muestran la incursión de los agentes policiales en un hecho inédito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, la noche del 5 de abril.
Desde entonces, se ha especulado sobre las posibles implicaciones de este asalto en una amplia gama de temas, incluyendo seguridad, economía, condena internacional, entre otros. Además, se ha planteado la posibilidad de enfrentar sanciones tanto monetarias como políticas.
En México, tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como la canciller Alicia Bárcena han anunciado su intención de llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia y acudir a organismos multilaterales para que se condene el actuar del Gobierno ecuatoriano. Sin embargo, surge la pregunta: ¿cuáles podrían ser las sanciones reales que enfrentaría Ecuador? Aquí los detalles.
De la cita en la OEA se espera un rechazo político, no sanciones
Existe expectativa sobre la estrategia que usará Ecuador para defenderse hoy en Washington, en la cita con la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar asalto en embajada mexicana que el país solicitó. Pero, ¿puede devenir alguna sanción de esta cita?
El internacionalista Carlos Estarellas ofrece una perspectiva anticipada de los posibles escenarios del encuentro. “México aprovechará para atacar a Ecuador y buscar la solidaridad de los demás por el asalto”, señala. Sin embargo, subraya que probablemente se trate más de “un rechazo político” que de una imposición de sanciones concretas.
Por otro lado, el analista internacional Esteban Santos destaca el papel de los foros multilaterales, especialmente la OEA, como el escenario natural para resolver controversias en la región. Se esperaría que de esta reunión surja un acuerdo que promueva la reconciliación entre Ecuador y México.
Santos menciona el caso del ataque de Angostura por parte de Colombia en suelo ecuatoriano, donde el multilateralismo jugó un papel crucial en la mediación y negociación “no escaló más la controversia”.
La reunión también brinda una oportunidad para que Ecuador explique su posición, aunque para Santos no será suficiente, ya que Colombia y Bolivia ya han expresado su intención de condenar enérgicamente los hechos.
“En la OEA no se imponen sanciones económicas. La máxima sanción sería ser separado de la organización, algo que no creo que ocurra”.
Demanda en la Corte Internacional de Justicia
La disputa entre Ecuador y México se ha centrado en un punto crucial: la presencia del exvicepresidente Jorge Glas en la embajada mexicana, lo que el gobierno ecuatoriano considera una violación de varios acuerdos internacionales. Según el presidente Daniel Noboa, esto contravino el Artículo III del Acuerdo de Caracas, el Artículo 1 de la Convención de Montevideo y el Artículo 41 de la Convención de Viena.
Ante esta situación, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció que llevará el caso ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Países Bajos.
Estarellas, además de su experiencia como árbitro, detalla el proceso que se llevaría a cabo en la corte, el cual suele ser extenso y complejo. Inicialmente, la corte debe recibir y evaluar la demanda, luego Ecuador deberá nombrar abogados para su defensa, luego biene una fase escrita seguida de una fase oral. El desenlace podría resultar en una sanción económica y, eventualmente, en disculpas públicas como forma de indemnización a México.
Para ilustrar, Estarellas recuerda el caso la fumigación aérea con glifosato, donde Correa presentó una demanda en la corte, pero posteriormente la retiró tras alcanzar un acuerdo con Colombia.
¿Otras sanciones?
Otro aspecto a considerar son las sanciones que el expresidente prófugo de la justicia, Rafael Correa, ha tratado de apelar, haciendo referencia a una cláusula del Tratado de Libre Comercio con Europa que contempla casos de violación al sistema democrático. Para Correa esto podría suspender el Tratado de Comercio de Ecuador con Europa. Estas alegaciones han sido objeto de críticas y cuestionamientos.
Estarellas desestima esta argumentación, señalando que carece de fundamentos sólidos. Destaca que el mero ingreso a una embajada no constituye una ruptura del sistema democrático, por lo que considera infundadas las afirmaciones de Correa en este sentido.
