El ministro de Salud, Franklin Encalada, confirmó que el año pasado hubo 12 ecuatorianos con elevados niveles de plomo en su sangre, sin embargo, lo considera un número bajo.
“¿Cuántos están ingresados? Ninguno, ¿cuántos murieron? Ninguno. Cero muertes”, expresó Franklin Encalada, ministro de Salud, durante una rueda de prensa con varios medios.
El funcionario, confirmó además que los problemas en los laboratorios del Instituto Nacional de Investigación en Salud (Inspi), y en la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), persisten. Por eso, es imposible acelerar los estudios de metales pesados en alimentos y en el caso del plomo, ni siquiera se pueden hacer.
“Nosotros estamos esperando la asignación de los recursos”, mencionó Franklin Encalada, ministro de Salud.
Mientras tanto hay incertidumbre, por las investigaciones de universidades que aunque no son reconocidas por no estar acreditadas por el gobierno, revelan la presencia de metales pesados en ciertos productos.
Desde Arcsa dicen que atienden el problema con lo que pueden, se ha evidenciado que tienen equipos obsoletos y por eso los análisis, incluyendo los de plomo, los están haciendo con laboratorios privados.
“Siempre y cuando cuenten con la acreditación del parametro correspondiente”, dijo Daniel Sánchez, director ejecutivo Arcsa.
Las muestras, dicen, las están tomando en perchas de tiendas y supermercados y que si hay lotes contaminados, extienden la investigación e incineran los artículos.
Daniel Sánchez explica que con la empresa se toman otras muestras de análisis sobre el resto de lotes para garantizar que no fue un problema generalizado en su producción.
Sin embargo, en el caso de plomo solo dos laboratorios externos están acreditados y el trabajo se acumula pues hay 52 mil alimentos procesados en Ecuador y el análisis publicado aún no alcanza ni los 500 artículos.
Las autoridades esperan que la academia consiga las acreditaciones para que se sume a los análisis. Ya hay convenios, pero eso no será inmediato.
