November 24, 2024

Los libros de historia recogen que los hechos independentistas de Guayaquil comenzaron a gestarse en 1814 por figuras como José de Antepara, José Joaquín de Olmedo y José de Villamil, quienes promovieron ideas de libertad y democracia entre la población guayaquileña.

Por esos días, la insatisfacción con el reinado español se intensificó debido a factores como el aumento de impuestos por parte de la Corona, lo que generó un contexto propicio para la rebelión de los mestizos.

Esto determinaba que exista una verdadera situación de opresión para Guayaquil, especialmente en esa década, debido a que el monopolio del comercio, los gravámenes arancelarios ahogaban la situación socioeconómica de la sociedad guayaquileña; sobre todo de sus elites criollas que eran los comerciantes, y en particular de los denominados Gran Cacao, exportadores del grano hacía Europa.

Así es que se genera la idea de un cambio de la monarquía por un régimen republicano. Y comienza a ganar espacio en la conciencia social de la sociedad guayaquileña y sus élites. Esto será lo que finalmente desemboca en la revolución del 9 de octubre de 1820.

El levantamiento ocurrió en la madrugada, cuando un grupo de personajes locales, junto con oficiales del Ejercito, tomaron el control del cuartel militar en Guayaquil. La operación fue rápida y efectiva; en cuestión de horas, habían apresado al Gobernador español, Pascual Vivero, sin enfrentar una resistencia significativa.

La posterior proclamación de independencia fue recibida con entusiasmo por los ciudadanos, quienes celebraron el triunfo con fervor. José Joaquín de Olmedo fue nombrado presidente de la Junta de Gobierno, y se estableció la Provincia Libre de Guayaquil, que rápidamente buscó consolidar su autonomía.

Quienes lideraban esta causa se habían propuesto hacer de Guayaquil una sociedad ilustrada y moderna para constituir a partir de la sociedad guayaquileña una república, un orden constitucional que obviamente se cristalizaría en noviembre de 1820 luego de que se elaborara el texto del gobierno provisorio de la sociedad guayaquileña.

Esto dio inicio a una serie de movimientos emancipadores en la región, entre esas las guerra de independencia que culminaría con la victoria en la Batalla de Pichincha en 1822, asegurando así la libertad para toda la actual República del Ecuador.

El historiador Ángel Emilio Hidalgo, lo destaca como el momento de inicio de la etapa final del proceso independentista ecuatoriano. “todo esto empezó el 10 de agosto de 1809 en Quito como un movimiento autonomista en el contexto de la invasión napoleónica a España. Eso, años después se convirtió en un movimiento de independencia que lo lideró Guayaquil a partir del 9 de octubre de 1820 y terminó en Pichincha en la batalla del 24 de mayo de 1822”.

Para el historiador Willington Paredes, ex jefe de investigación del Archivo Histórico de Guayaquil, varios hechos sobre lo que se dice de la gesta libertaria necesitan ser precisados y profundizados para su total entendimiento

Paredes, quien ha estudiado durante décadas los procesos históricos del Ecuador, hace observaciones importantes que se deben incluirse en cualquier texto en el que se relaten los hechos de octubre de 1920.

Destaca la llegada de tres patriotas venezolanos, León de Febres Cordero, Luis Urdaneta y Miguel de Letamendi, los que impulsaron a que la sociedad guayaquileña y sus elites se motiven para hacer la revolución de octubre.

Además, explica que el hecho determinante fue la Fragua de Vulcano. Entendiendo esta como una festividad que reunió en casa de la familia Morlas a los conspiradores. Es decir considera a los revolucionarios como un colectivo de conspiradores que se reúnen en la víspera del 9 de octubre.

“Bien podríamos decir que la revolución se deriva de un hecho festivo que camufla a los conspiradores. Pues ellos se disfrazan, reúnen y disimulan la conspiración a través de esa reunión social”, explica Willington Paredes, historiador.

Guayaquil se decidió a la independencia porque influyeron determinantemente, desde lo externo, Simón Bolívar y San Martín. Es decir, “la transformación revolucionaria de Guayaquil sería el acto heroico de libertadores donde la sociedad y los líderes locales son actores pero pasivos”, afirma Paredes

Aquel hecho no puede establecerse sin entender todo el contexto alrededor, “porque en Europa se había abierto y estaba actuando, como una dinámica influyente y condicionante (…) Tiempo histórico de grandes cambios que comenzó con la incidencia de la revolución francesa así como de la revolución norteamericana, la revolución de los Estados Unidos en las 13 colonias”. dice el historiador.

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El 9 de Octubre en la actualidad

Hoy en día, cada 9 de octubre es celebrado año a año con desfiles, eventos culturales y actividades que resaltan el orgullo guayaquileño por su historia. La ciudad recuerda su legado que generó la denominación de la “Perla del Pacífico” y su papel fundamental en sucesos similares de Hispanoamérica.

La Independencia de Guayaquil no solo representa un hito histórico sino también un símbolo de lucha y determinación que sigue inspirando a las generaciones actuales.

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