La gestión pública de Aquiles Álvarez, quien asumió como alcalde de Guayaquil el 14 de mayo de 2023, cumple su primer año. El guayaquileño venció en las urnas a la socialcristiana Cynthia Viteri con menos del 40 % de los votos, poniendo fin a más de tres décadas de poder del Partido Social Crsitiano (PSC) en esa ciudad.
Álvarez llegó auspiciado por el correísmo, y durante su discurso de posesión expresó que iba a tomar medidas contundentes y sin cálculos políticos, “No vamos a gobernar por Twitter, vamos a gobernar con el concejo“, decía el nuevo funcionario que tenía 39 años para entonces y no había tenido experiencia en política.
El nuevo alcalde Guayaquil llegó a sus actuales funciones tras una corta carrera en la dirigencia deportiva, a la que renunció cuando ejercía de vicepresidente de Barcelona Sporting Club para aceptar el reto de llegar a la Municipalidad.
En el club del Astillero se lo conocía por sus discusiones polémicas con hinchas y periodistas deportivos a quienes enfrentó mediante redes sociales. Cuando empezó su periodo también lo hizo y tuvo confrontaciones en Twitter (ahora X) con sus detractores, a quienes los señaló como trolls e identificó con su antecesora.
“Por gente como usted estamos en la M en este país”, dijo en X, Aquiles Álvarez.
Llegado julio, justo para las fiestas de fundación, una ciudadana lo mencionó en la red social X preguntando si había alcalde en la ciudad, tras una masacre carcelaria ocurrida en la Penitenciaría del Litoral que dejó31 fallecidos, y Álvarez no dudó en contestar.
Pero Alvarez no solo discutía por X, durante los primero meses de gestión atendía pedidos y ordenaba a los funcionarios de la Municipalidad con la frase “favor atender”, algo que solía hacer Rafael Correa cuando ocupó la Presidencia de Ecuador.
“Usted me llama más que mi mujer… me revienta el teléfono”, mencionó Aquiles Álvarez.
Otro de los hechos recordados durante el primer año de gestión de Aquiles Álvarez ocurrió en agosto cuando respondió a las acusaciones que le hizo la concejala Soledad Diab por el tema de las nuevas tasas en la Terminal Terrestre de Guayaquil.
En una sesión del Concejo Municipal, Diab pidió la palabra, tras la presentación de un informe de la Fundación Terminal Terrestre de Guayaquil, Álvarez replicó: “Gracias, Soledad. Primero que nada, no le he tirado el teléfono. Para socializar cualquier punto del Concejo se cita a todos los concejales media hora antes. Le escribí para recibirla, no me contestó. Usted me llama más que mi mujer, mientras tengo reuniones importantes, y no le puedo contestar. Sí, más que mi esposa, por supuesto. Si me llama, me revienta el teléfono, no le puedo contestar y usted se pone enojada, ya eso es un tema personal”.
“El que no entra en el uniforme no puede ser policía metropolitano”, expresó el alcalde Álvarez.
En ese mismo mes, en un enlace radial el alcalde dijo que harán más controles a los agentes metropolitanos, quienes pasarán a ser parte de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de Riesgos y Control de Seguridad de Guayaquil (Segura EP).
El burgomaestre de la urbe porteña aseguró que habrá “mano dura” con el Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (Cuacme), que tiene aproximadamente 700 servidores, indicando que se les envió un oficio para que vayan a la Dirección de Salud donde le exigirán un peso ideal.
“(Ciertos) metropolitanos que tienen más barriga que yo, entonces, están caminando, vagando por el centro, jugando en el celular y chateando esa es la realidad. Comiendo tripita y no están cuidando”, expresó.
El sábado 18 de noviembre, en Santo Domingo de los Tsáchilas, dirigentes de la organización política Revolución Ciudadana y sus militantes se reunieron en el contexto de una convención nacional.
El alcalde de Guayaquil, quien llegó a ese cargo auspiciado por el correísmo, aseguró que no tuvo tiempo para asistir a la convención.
“No estuve en la convención de la Revolución Ciudadana porque yo tengo que trabajar”
Sus polémicas declaraciones durante una transmisión radial habitual que suele ofrecer cada miércoles, lo pusieron en una situación incomoda frente a quienes lo respaldaron en su candidatura. “Estoy enfocado en trabajar, no hay momento para andar botando el tiempo en situaciones que, considero yo, no tienen sustento ante una Administración que demanda tiempo todo el día, todos los días”, añadió Álvarez.
Llegado diciembre de 2023 una nueva polémica con la exalcadesa, Cynthia Viteri, quien tras un trágico suceso en el Guasmo Sur, difundió un video refiriéndose a la matanza de cuatro niños expresando que “no hay autoridad alguna que ponga su cara para defender a esta ciudad”.
“El Municipio del show se acabó. El Municipio que era pura lámpara, de puro TikTok y de cero acción, se acabó (…). Nosotros no estamos de joda, como estuvo la administración pasada, viajando y tomando piña cocada”, sentenció Aquiles Álvarez.
Álvarez mencionó que su administración no busca “hacer política” de esa masacre. “Los comunicados se los lleva el viento y los videos tontos, también”, indicó en su enlace radial semanal.
Agregó que el Cabildo porteño también tiene “incumbencia” en la crisis de inseguridad ciudadana que agobia a la ciudad pero aprovechó para subrayar que recibió una Alcaldía con un déficit de USD 100 millones.
Para febrero de este año, Álvarez volvió a usar la red social X que había sido cerrada en agosto de 2023. Aprovechó que pudo recuperar su cuenta y subió un video en el que a bordo de su auto recorría la ciudad para mostrar varias avenidas y calles de la ciudad, asegurando que el trabajo de su administración era eficiente.
“Vi las calles limpias, sin basura, perfectas para manejar. Estamos viendo que el orden a Guayaquil está regresando y se está haciendo de una manera eficiente”, dijo el Alcalde durante un video.
En el video titulado Aqui-les recorro, Álvarez añade “Esta es una ciudad que va a avanzando… Un Guayaquil que no le rinde pleitesía a ningún político con síndrome de ansiedad y que además abandona la ciudad”.
El político afirmó que decidió salir a pasear ese domingo por la ciudad, una vez que paró la lluvia, y añadió que pese a las lluvias por el fenómeno de El Niño, afirmó que no tiene miedo de quedarse botado en alguna calle, porque Guayaquil ya no se inunda ni tiene baches.
Ya en marzo, el alcalde de Guayaquil señaló que la mayor limitación que existe para mejorar la Metrovía, un servicio de transporte público que ha recibido severos cuestionamientos durante su administración, son los contratos que el Municipio mantiene con los consorcios que brindan el servicio.
“Estoy consciente de que el servicio es paupérrimo, de que lamentablemente van como sardina en lata, y que para solucionar de forma integral este tema mínimo va a tomar un año”, reconoció Aquiles Álvarez.
En junio de 2023, un mes después de haber asumido su cargo, el alcalde reconocía que la Metrovía atravesaba por serios problemas como la falta de unidades para suplir la demanda; el descuido de estaciones, paradas y terminales, y una millonaria deuda que mantenían los consorcios.
Ese escenario no ha cambiado mucho desde entonces. Se han suspendido rutas, no hay suficientes buses y muchos de los que funcionan están viejos o dañados.
Según el funcionario, la mayor limitación que existe para implementar cambios en la Metrovía son los contratos con los tres consorcios que brindan el servicio: Metroquil, Metrobastión y Metroexpress.
“Me encantaría terminar unilateralmente con alguno de ellos”, sostuvo Álvarez en su enlace radial, espacio en el que reconoció que el pasaje a 30 centavos de dólar tampoco permite, por ejemplo, renovar la flota de buses.
Para el sábado 6 de abril, cuando se llevó a cabo la Asamblea de Socios de Barcelona, donde se definió que habrá elecciones para definir al nuevo directorio del club, el alcalde de Guayaquil, nuevamente se involucró en asuntos de fútbol.
“Se metió el peor ministro de Deportes de la historia (…) cogió la ley y se la pasó por donde quiso”, le dijo Álvarez a Andrés Guschmer.
Como socio del equipo torero, asistió a esta Asamblea, donde atacó a Andrés Guschmer, esto bajo el contexto del conflicto que han mantenido Antonio Álvarez, quien figuraba como presidente de Barcelona SC. desde finales del año pasado, pero no está reconocido por el Ministerio del Deporte y la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) por no cumplir con el proceso electoral dispuesto en sus leyes.
Cabe recordar, que en el pasado proceso electoral, Álvarez y Rafael Verduga se postularon, y en primera instancia ambos no calificaron: el primero porque está registrado como directivo del club Toreros FC (filial de Barcelona) y el segundo por ser parte de anteriores dirigencias.
Tras subsanar estos puntos, el Tribunal solo calificó la lista de Antonio Álvarez. Según el estatuto de Barcelona, al solo existir la una candidatura habilitada, esta será elegida como ganadora, sin que los socios asistan a las urnas. Por ello, el Interventor de Barcelona convocó a elecciones.
Finalmente, el 8 de mayo, durante la supervisión de una obra en la avenida de las Américas, el alcalde dijo que la ciudad siempre ha tenido problemas y que no es Suiza.
“El que espere que Guayaquil se convierta en Suiza, que se vaya a vivir Suiza” sentenció Aquiles Álvarez.
La situación ocurrió durante la pregunta de los medios en referencia sobre los problemas de movilidad y las infracciones a las personas que se movilizan en moto. Álvarez dijo, “estamos en una ciudad donde hacen los que les da la gana” y añadió que la ciudad siempre tendrá estos problemas y “quien espere que Guayaquil se convierta en Suiza, que se vaya a vivir a Suiza”.
Sobre la solución vial que inspeccionaba el alcalde y que le cuesta a su administración alrededor de USD 18,5 millones, Aquiles Álvarez afirmó que “Estamos con un ritmo muy importante, el contratista es serio, no chimichurri como algunos que heredamos“.
Así, entre polémicas por redes sociales, en entrevistas o durante sesiones de municipales, el alcalde de Guayaquil cumple este martes 14 de mayo su primer año en funciones dentro la función pública, un nuevo escenario, alejado de su vida como empresario, un poco menos como dirigente deportivo, pero en marcado siempre en su característica forma de ser.