Por tercera vez, la jueza Melissa Muñoz reagendó la audiencia de unificación de penas solicitada por el exvicepresidente Jorge Glas.
Ahora, esta diligencia está prevista para el jueves 26 de enero de 2023, a las 10:00, en la Unidad Judicial Especializada de Garantías Penitenciarias de Quito, ubicado en el Complejo Judicial Norte.
A esta cita judicial debe acudir el responsable del Centro de Rehabilitación Social Masculino Pichincha No. 2 o conocido como Cárcel 4, pues ese fue el último lugar en el que Glas estuvo detenido, hasta que se benefició de una medida cautelar. Actualmente se encuentra con una libertad provisional.
A la audiencia de unificación de penas también debe asistir un representante de Fiscalía y de la Defensoría Pública. Por otra parte, la jueza autorizó para que únicamente Glas pueda comparecer a la audiencia de forma telemática, a través de Zoom.
Convocatorias anteriores
Esta audiencia de unificación de penas estuvo prevista inicialmente para las 15:00 del 12 de diciembre de 2022, pero se difirió, porque el exvicepresidente presentó un certificado médico y cambió de abogado.
En ese entonces, Glas envió un documento en el que explica que debido a su situación de salud se encontraba con reposo médico, por lo que no podía acudir a la cita judicial. Además, cambió de abogado por lo que solicitó que no se desarrolle la audiencia debido a que su nueva defensa necesitaba “contar con los medios y tiempos necesarios para realizar una nueva defensa técnica”.
La segunda convocatoria fue el 12 de enero de 2023, pero tampoco se instaló. La jueza que reemplazaba, en esa fecha, a Muñoz dijo que ese día ya tenía agendada una audiencia de habeas corpus de un privado de libertad que sufre de una enfermedad catastrófica.
Finalidad de la unificación de penas
El objetivo de la unificación de penas es que Glas solo cumpla la sentencia más alta que tiene.
Quien fue uno de los exaltos funcionarios del gobierno de Rafael Correa tiene dos sentencias ejecutoriadas en su contra (ratificada en tres instancias judiciales diferentes). La primera es de seis años por asociación ilícita en el caso Odebrecht y la otra es de ocho años por cohecho en el caso Sobornos.
Por lo tanto, si se aprueba la unificación de penas, solo deberá cumplir la sentencia de ocho años por el caso Sobornos.
La defensa de Glas ve en la unificación de penas una puerta para alcanzar la prelibertad. De esa forma, su cliente podría cumplir definitivamente una de sus dos sentencias en libertad.