Durante cinco días, expertos y analistas han debatido en antena las opciones que tenía el presidente. Pero Emmanuel Macron decidió el viernes no imponer un cerrojazo. Las encuestas, el impacto en la economía y el miedo a que el malestar cristalice en protestas callejeras deben haber influido. Y que las cifras de contagios y muertes no son tan malas como las de los países vecinos.
Sin embargo el primer ministro Castex, anunció una nueva restricción: “el cierre de centros comerciales de más de 20.000 metros cuadrados” que no sirvan alimentos. Además, de reforzarse los controles policiales del toque de queda vigente (6 de la tarde a 6 de la mañana). El primer ministro completó con el (re)anuncio del cierre total de las fronteras con los países no miembros de la UE y con los territorios franceses de ultramar. Quienes procedan de la UE deberán presentar un test PCR negativo.
Fuente: elmundo (A.V)
