Quito –
Tras seis días continuos de debate entre los 16 candidatos a la Presidencia de la República, dos de ellos voluntarios y uno obligatorio, el “balance es positivo”, creen actores que participaron en su realización.
A 20 días de que los ecuatorianos acudan a las urnas el próximo 7 de febrero, este último fin de semana se cerró un ciclo de tres debates presidenciales organizados por el Grupo El Comercio, la Cámara de Comercio de Guayaquil y el Consejo Nacional Electoral (CNE)(este obligatorio), en el que se logró acercar a la ciudadanía, de quiénes son los 16 rostros y qué propuestas tienen quienes aspiran a llegar al sillón de Carondelet para los próximos cuatro años de gestión.
Francisco Rocha, integrante del Comité Nacional de Debates Electorales, órgano que asesoró al CNE en la organización de la controversia de este 16 y 17 de enero, resaltó el esfuerzo tanto de los medios de comunicación como de la sociedad civil para fomentar la ‘cultura del debate’.
“El balance es positivo porque logramos acercar a la ciudadanía a los candidatos, y por último que ellos (los electores) se den cuenta de que esto es lo que hay”, dijo Rocha.
Destacó que esto sea en la actualidad un mecanismo obligatorio en el que deben participar todos los candidatos, de acuerdo con las reformas al Código de la Democracia.
No obstante, estimó que es indispensable que el Consejo Electoral “logre articular una acción conjunta, en sus individualidades o en sus actos individuales, para que no dejen sombras y peor grandes sospechas sobre sus actuaciones. El proceso requiere de un organismo consolidado, porque si no, de eso aprovechan quienes no quieren cumplir la ley”, agregó.
En cuanto a la metodología pueden “generarse mejores condiciones”, dijo, pero el objetivo es que los candidatos sean quienes quieran contraponer sus ideas, y no solo acudir a estos espacios para “repetir eslóganes” de su campaña electoral. Además, que contesten las preguntas, porque de lo contrario “no hay debate”. “Habrá que trabajar más para ir mejorando, pero creo que el país tuvo un primer acercamiento”, afirmó Rocha.
Gonzalo Ruiz, subdirector de diario El Comercio, hizo un paneo general de lo que implicaron estos actos electorales y concluye que “son sanos para la democracia”.
“En democracia hay que debatir, las ideas se deben debatir, la cultura del debate se debe promover. Tuvimos muchos años en los que se oía una sola voz, ahora se oye diversidad de voces y eso enriquece”, comentó.
Para él, los debates tienen sus ventajas y sus problemas, tanto en lo técnico como en lo logístico, que entrañan un esfuerzo en su organización “enorme”, pero son un “esfuerzo por un aporte a la democracia, para que la gente pueda con libertad, elegir”.
Una de las observaciones que hace es al sistema electoral, que ha dado paso a la existencia de más de 200 movimientos y partidos políticos y actualmente 16 candidatos presidenciales, que no representan las tendencias ideológicas ni las corrientes de opinión de la sociedad.
“Eso es algo que hay que corregir con una reforma al Código de la Democracia, para que en las próximas elecciones no tengamos un número de partidos importante participando, pues 16 candidatos es demasiado, peor si las campañas son cortas como ahora”, indicó.
Finalmente, para Ruiz “es sano para la democracia que se debata y que los candidatos contesten las preguntas, porque no son espacios contratados”, a lo que se suma que estos actores políticos que aspiran a la primera magistratura del país deben “prepararse, demostrar una capacidad de análisis, cultura general y tener una formación humana y cívica”.
Para César Ulloa, directivo del colectivo Veeduría por la Democracia, los tres debates fueron tres momentos distintos, pero el principal que fue el obligatorio, organizado por el CNE, en el que se sometieron a 64 preguntas distintas que fue como “una prueba para saber el nivel de experticia que cada candidato tenía en los temas nacionales”.
Añadió que hubo poca controversia y polémica entre los debatientes, pero sí dos “pelotones”.
“El un pelotón que está primero en las encuestas que generó la expectativa porque son los primeros en las encuestas, y el segundo rezagado que buscó una catapulta. Se observaron tres modelos en las propuestas, como un modelo centralizado que maneja la economía (Andrés Arauz), otro modelo de libre mercado (Guillermo Lasso) y otro modelo intermedio de (Xavier Hervas, Yaku Pérez y César Montúfar). Al final, nos dio la sensación de que los candidatos pusieron toda la carne al asador”.
Fuente: eluniverso.com (T.F.)