La Asociación de Guías Penitenciarios rechaza la decisión de la Fiscalía de investigar a cuatro guías que estuvieron presentes durante el ataque en el Hospital Pablo Arturo Suárez, en Quito. Ellos trasladaban a tres presos de la cárcel de El Inca, cuando tres desconocidos abrieron fuego contra la ambulancia.
En medio de la balacera, una guía penitenciaria y una funcionaria del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) resultaron heridas. Además, Jairo Zambrano, vinculado con la banda delictiva Los Lobos, escapó.
Por estos hechos, la mañana del 12 de junio, la Fiscalía pidió prisión preventiva para los guías penitenciarios; sin embargo, Paúl Sánchez, abogado de la Asociación, informó que el juez no acogió el pedido y dispuso la liberación de los funcionarios.
El SNAI no habría coordinado el apoyo de la Policía Nacional
Durante una rueda de prensa, el abogado señaló que la justicia quiere responsabilizar a los guías, cuando estos ni siquiera cuentan con el equipo para realizar su trabajo. Esto se evidenció con el chaleco que habría utilizado la agente que resultó herida este lunes; según Sánchez, el equipo está caducado.
Agregó que los funcionarios se trasladaban en una camioneta “que no es blindada” y cuyas puertas ni siquiera tienen seguridades.
“No tienen armas letales y no letales, los chalecos antibalas están caducados y uno de ellos produjo que el disparo impacte en una de las servidoras y está en estado crítico actualmente. Estas son las condiciones del SNAI”, indicó el abogado Paúl Sánchez.
Agregó que la falta de coordinación para que la Policía Nacional brinde resguardo también es una decisión que debe tomar el SNAI y que no se hizo.
El Servicio a Privados de Libertad aún no se ha pronunciado sobre estas declaraciones.
