Este 10 de abril de 2024, la Asamblea Nacional retoma funciones luego de la vacancia legislativa. Los funcionarios vuelven a encontrarse en medio de una nueva crisis cuyo costo implicó la ruptura del pacto que mantenían el correísmo y el oficialismo.
La Revolución Ciudadana (RC) se declaró como oposición, luego de la irrupción en la Embajada de México por orden del presidente Daniel Noboa. Eso implica que 51 votos se consignarán en contra del Gobierno, lo que podría complicar la aprobación de sus propuestas o facilitar los juicios políticos en contra de sus funcionarios.
El oficialismo dependerá de sus buenas relaciones con organizaciones políticas como el Partido Social Cristiano (PSC) y de nuevos acercamientos con Construye e independientes para concretar sus objetivos. Desde esa bancada ya se habla de mantener una dinámica de mayorías móviles.
El correísmo ya planteó su agenda de oposición
Los asambleístas de la RC dieron una rueda de prensa, a pocas horas de que la Policía tomó preso a Jorge Glas. La jefa de la bancada y vicepresidenta de la Asamblea, Viviana Veloz, calificó al presidente Noboa de autoritario y dictatorial, mostrando su rechazo y descontento con la medida.
Además, dijeron que de ahora en adelante, desde la Asamblea actuarán como oposición.
“Por el odio y la venganza rompen todo principio democrático y demuestra el carácter autoritario del Gobierno del presidente Daniel Noboa, pero demuestra la incapacidad, la negligencia e irreponsabilidad de sus ministros”, dijo Viviana Veloz, vicepresidenta del Órgano Legislativo.
La relación entre ADN y RC fue cercana los primeros cinco meses. Primero, en la designación de las autoridades Legislativas, ADN le dio los votos a Veloz para que sea la primera vicepresidenta, así como a Esther Cuesta, para que sea vocal del CAL (Consejo de Administración Legislativa). Lo mismo en la conformación de las comisiones legislativas, otorgando el poder al correísmo en Fiscalización y Justicia.
La primera acción de la Revolución Ciudadana, como oposición, es el impulso del juicio político contra la canciller, Gabriela Sommerfeld, y la ministra del interior, Mónica Palencia.
Para lograr que esa agenda de fiscalización termine con la destitución y censura de las funcionarias, el correísmo necesita 42 votos adicionales.
Como la votación de ese proceso todavía tardará en llegar, porque el oficialismo presentó juicios políticos que deberán tramitarse antes, el escenario que se presente es incierto. ADN obviamente no se prestará para apoyar esa propuesta, Construye, PSC y las minorías todavía analizan sus posturas, tienen previstas reuniones para definir si apoyarán los juicios de entrada, o esperarán a que lleguen los momentos decisivos.
El problema más próximo para el oficialismo es conseguir los votos para las próximas leyes que presente el Ejecutivo. Sin embargo, para ello solo necesitará convencer a 29 asambleístas, partiendo de que se mantenga el acuerdo con el PSC. Aquello no será tan complicado si se parte del comportamiento de independientes y de Construye, quienes también han respaldado las leyes del Mandatario.
El Partido Social Cristiano y Construye prometen actuar en función de las propuestas
Al Partido Social Cristiano no le gusta reconocer que tienen un acuerdo con el oficialismo, así como el gobierno y el correísmo se desconocían mutuamente. Sin embargo, parte del pacto, implicó que Henry Kronfle sea designado como presidente de la Asamblea.
Ahora, al quedarse en medio de la RC y ADN, el asambleísta Jorge Acaiturri dice que continuarán con la misma doctrina, es decir, que apoyarán los proyectos que consideren que se alinean a su ideología. “Acuerdos puntuales”, les llama el legislador.
El PSC ha mostrado su crítica a la decisión del gobierno de ingresar a la embajada de México, aunque también comprenden que el gobierno de ese país comenzó interfiriendo en asuntos políticos de Ecuador y que Jorge Glas tenía una sentencia por delitos comunes.
Bajo esa perspectiva, se esperaría que mantengan la cercanía con el oficialismo; sin embargo, en el periodo anterior compartían agenda con el correísmo, por ello su postura aún es incierta.
Construye se presentó como oposición, pero ha respaldado al Gobierno
La bancada de Construye intentó ocupar el rol de opositor, cuando inició el gobierno. Mostraron su rechazo a ciertas políticas del Gobierno, la principal, el aliarse con el correísmo.
Ahora, que la alianza se fracturó, le recuerdan al presidente Noboa que se lo advirtieron. El asambleísta Jorge Peñafiel dice que “con las mafias no se pacta” y esa es la principal línea roja que establece de la relación con el Gobierno.
En la práctica, esa bancada también ha respaldado la mayoría de propuestas del Gobierno. Peñafiel dice que lo han hecho porque entienden que debe haber acuerdos para garantizar la gobernabilidad, en función de las necesidades de los ciudadanos.
Las minorías están abiertas al diálogo
Los asambleístas de partidos locales, con poca representación o independientes no han logrado agruparse formalmente, sin embargo, la asambleísta de Avanza, Lucía Posso, dice que sí mantienen cierta coordinación en reuniones.
Eso facilitaría al oficialismo tener cierto acercamiento con este grupo que integran 15 asambleístas. Es decir, no es necesario ir cabildeando voto por voto, sino que pueden hacerlo con un bloque consolidado.
“No se ha dado relevancia a nuestra participación”, dice Posso y cree que ahora se prestará mayor atención a los independientes, quienes también han respaldado en la mayoría de decisiones del Gobierno.