El exasambleísta Ronny Aleaga ahora es señalado por el supuesto secuestro a su exesposa y a su hijo menor de edad en Caracas, Venezuela, donde permanece prófugo de la justicia.
Mediante una comunicación, dirigida al Consulado de Ecuador en ese país, la mujer contó que su exesposo llevó a su hijo “de vacaciones” y que no permitió su retorno porque teme por la vida del niño.
Este nuevo escándalo se suma a su vinculación con el caso Metástasis, en el que la Fiscalía lo ha señalado como miembro de una organización delictiva y corrupta.
Aleaga fue parte de la pandilla Lating Kings; luego, militó en la Revolución Ciudadana, hasta convertirse en asambleísta y miembro del Consejo de Administración Legislativa (CAL). Ahora, debe cuentas a la justicia.
Ronny Aleaga pasó de integrar los Lating Kings a militar en la Revolución Ciudadana
En 2007, el Gobierno de ese entonces, liderado por Rafael Correa, impulsó una campaña de pacificación con las pandillas, cuyos integrantes firmaron un pacto de paz y acordaron poner fin a la violencia.
El objetivo era que los miembros se vinculen a otras actividades y se reinserten en la sociedad. De acuerdo con un informe de Insight Crime, hubo negociaciones con el Estado para que los jóvenes accedan a programas sociales.
Una de las bandas era Latin Kings, que comenzó en Estados Unidos, pero se extendió por toda América. Sus miembros debían cumplir ciertos parámetros y retos para ascender, dentro de la organización, algunos de estos implicaban el cometimiento de acciones ilegales.
Ronny Aleaga, era miembro de esta pandilla y, así como el narcotraficante asesinado, Leandro Norero, quien pertenecía a los Ñetas, formó parte del proceso de pacificación.
Luego, de a poco, para 2015, se vinculó con la Revolución Ciudadana, organización política que en ese momento se llamaba Alianza País.
La estructura de ese movimiento consistía en la presencia territorial, por lo que Aleaga era clave en la subdivisión denominada Juventud País, y su campo de acción era específicamente en Guayas.
Realizaban conversatorios, cine-foros, conferencias, brigadas, campeonatos deportivos, etc., con el fin de adoctrinar en política a otros jóvenes y así conseguir más afiliados.
Aleaga, al venir de una pandilla urbana, era clave para conseguir el acercamiento con jóvenes de similares características.
Aleaga trabajaba de cerca con Marcela Aguiñaga, sobre todo en y 2016, cuando se desempeñaba como directora provincial del Movimiento Alianza País Guayas.
En las redes sociales de Aleaga constan múltiples agradecimientos a quien es hoy prefecta del Guayas, por gestionar y apoyar la apertura de nuevas sedes o proyectos de las juventudes.
Para julio de 2016, Aleaga ya era coordinador de Guayas dentro del movimiento político. Cada vez tenía mayor liderazgo, e incluso, ya para ese entonces, se convirtió en vocero de AP en Guayas.
Aleaga se convirtió en la voz del correísmo
Ronny Aleaga llegó a la Asamblea Nacional, en 2017, como asambleísta alterno de Sofía Espín. Para 2018 asumió la curul, tras la destitución de la legisladora.
En ese periodo ocurrió la ruptura entre correístas y morenistas; Aleaga se quedó del lado de Correa y tomó venganza contra el expresidente Lenín Moreno, liderando las denuncias en su contra por el caso Ina Papers, ahora identificado como Sinohydro.
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Desde la Asamblea, Aleaga cabildeaba para conseguir la fiscalización a Moreno.
Luego, en 2021 nuevamente volvió a la lead electoral, postulándose como asambleísta principal. Los resultados le favorecieron y en el Pleno de la Asamblea fue designado como tercer vocal del Consejo de Administración Legislativa (CAL).
En ese cargo ganó mayor visibilidad y fue cosechando enemistades, por ejemplo, con el excandidato presidencial, Fernando Villavicencio (+).
De 2017 a 2023, tiempo en el que se desempeñó como asambleísta, su patrimonio se redujo casi a la mitad, un comportamiento inusual.
Por otro lado, el pago del Impuesto a la Renta, hasta 2022, iba al alza; mientras que los valores del Impuesto a la Salida de Divisas son variables y no superan los USD 185.
El declive: de la piscina a los juzgados
Fernando Villavicencio publicó una fotografía que marcó un antes y después para la política y las organizaciones criminales. En la postal que él llamaba como “la piscina de los tetones” aparecía Aleaga junto a Xavier Jordán, también procesado por el caso Metástasis y Leonardo Cortázar, investigado en el caso Encuentro.
El exasambleísta dijo que estuvo en el sitio por la relación familiar de su pareja con Jordán, pero que no mantiene relación.
La Revolución Ciudadana emitió un comunicado indicando que se emprenderán procesos disciplinarios en contra de Aleaga.
Eso se conocía a la luz pública, sin embargo, meses después, la fiscal Diana Salazar reveló el caso Metástasis y con él se mostró el malestar que habría provocado en Jordán, quien conversaba con Leandro Norero sobre tomar represalias contra Villavicencio.
En esos chats, Aleaga tenía el alias del Ruso, y de acuerdo con la tesis de la Fiscal, su objetivo era operar desde la Asamblea para favorecer a la organización criminal. Según Salazar, la tarea del exasambleísta era silenciar a Villavicencio, quien develaba las actividades delictivas.
Aleaga huyó del país y desde la clandestinidad se desafilió de la Revolución Ciudadana. También desde allí impulsa una campaña de desprestigio contra la Fiscal, insinuando que existía una relación cercana entre ambos, incluso dijo que ella le advirtió que huyera del país.
Ahora, enfrenta la denuncia de su expareja por secuestro, mientras está vigente el pedio a la Interpol para activar difusión rojo.