El mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa Azín, dijo este viernes 17 de mayo de 2024 en Madrid que la función de un vicepresidente en su país es “la que decide el presidente” y que la determinación de enviar a Tel Aviv a su vicepresidenta, Verónica Abad, para mediar por la paz en Gaza la tomó de acuerdo a las “preferencias de ella”.
“(Abad) había mencionado que tenía un gran amor por Israel y que quería trabajar por la paz en el mundo, entonces parece adecuado el cargo de acuerdo a sus preferencias”, explicó Noboa.
Abad acusó el pasado lunes a Noboa y a su Gobierno de hostigamiento, pero aseguró que no va a renunciar y que se mantendrá en el cargo, por lo que temporalmente asumiría la Presidencia cuando el mandatario ecuatoriano deba presentarse a la reelección en las próximas elecciones de 2025.
Sobre la duración de ese periodo, el presiente de Ecuador dijo que todavía no estaba establecido y que, llegado el momento, lo consultará con la Corte Suprema y la Procuraduría de la Nación.
Noboa reconoció que la relación con su vicepresidenta es “sumamente complicada”, porque “no estoy de acuerdo básicamente en casi nada de su comportamiento en los últimos meses“.
“También pienso que irse en contra de su propio gobierno es desleal, no es correcto”, consideró el mandatario ecuatoriano.
El distanciamiento entre Noboa y Abad comenzó desde la misma campaña electoral, marcado por una serie de declaraciones de la entonces candidata a vicepresidenta que, aparentemente, no gustaron al empresario, con quien nunca coincidió en encuentro público alguno en toda la campaña de la segunda vuelta.
Una vez electos, Abad realizó una gira internacional a título propio en la que se reunió en Madrid con el presidente de Vox, Santiago Abascal; en Lima con el entonces primer ministro de Perú, Alberto Otárola, y en El Salvador se fotografió con su presidente, Nayib Bukele, durante la celebración del concurso de belleza Miss Universo.
Noboa diferencia su política de seguridad de la del salvadoreño Bukele
Noboa diferenció la política de seguridad de su Gobierno de la de el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele. Dijo que las medidas en su país están enfocadas también en el empleo, el desarrollo y el fortalecimiento humano.
Descartó ser un ejemplo de la mano dura contra el crimen organizado en Latinoamérica e hizo hincapié en la necesidad de abordar la seguridad también desde la educación y el empleo juvenil.
“Ni yo creo serlo, ni creo que mi Gobierno se considere como algo similar a lo que está pasando en El Salvador”, afirmó el mandatario ecuatoriano, quien recordó que ya su campaña electoral se centró, en todo caso, en el “empleo con seguridad”.
A la inseguridad, dijo, “no solo se le confronta con rifles, granadas o cañones, sino dándole oportunidad a las personas y a los jóvenes que no tenían nada y que terminaron en esos grupos narcoterroristas”.
Noboa señaló el “altísimo porcentaje” de desempleo y subempleo en jóvenes de entre 18 y 29 años. “Si no atacamos ese problema y la falta de oportunidades en la educación, no vamos a tener éxito”.
En el caso del Salvador, indicó, “de lo que se ve desde afuera han tenido éxito en controlar ciertas bandas, pero para nosotros la prioridad es el empleo y el crecimiento económico“.
Y sobre su política de seguridad, anunció la inauguración dentro de dos semanas de las obras de construcción de la cárcel de Santa Elena, que cumple con la idea de alejar las prisiones de las zonas de mayor influencia de los criminales.
“No tiene sentido que estén en una cárcel a la vuelta de la esquina las casas de muchos de los líderes de las bandas. Eso conlleva que haya una posibilidad alta de contaminación”, reflexionó.
El presidente ecuatoriano aseguró estar satisfecho con el apoyo internacional para reforzar la lucha contra el narcotráfico en su país, pero “necesitamos mas”, porque no se trata solo de un problema de Ecuador, es “transnacional”.
“El 40% de la droga que sale del Ecuador va a Estados Unidos, el otro 40% a la Unión Europea, y el 20% restante va a Asia, Rusia y Medio Oriente, mucha termina en puertos americanos o en puertos europeos”, precisó Noboa.
Y recordó que su país es “un punto estratégico” y es “importante considerar cómo proteger las fronteras y los puertos ecuatorianos para resolver el problema desde el origen, no cuando ya está el problema en su suelo“.